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Dani y sus historias

El mejor modo de degustar un buen vino

Ya sea blanco, rosado o tinto nuestro país produce unos caldos reputados y renombrados que nos permiten tener claro que ahora mismo la calidad de nuestros vinos es elevada. Si antes teníamos fama de ser productores de cantidad ahora mismo se ha apostado decididamente por lograr unos excelentes sabores en el rúbeo licor que sale de las bodegas españolas, y hemos de decir que ello nos gusta. Por eso hoy vamos a comentar cómo debe ser la cata de un buen vino para que podamos disfrutarlo de la mejor manera posible.

gruartlamanchaDe entrada un ritual que no puede faltar es el descorche de la botella de una forma profesional. Hemos de comprobar que las botellas de vino tengan tapones de corcho, ya que así nos aseguraremos de que la calidad del caldo a catar será la adecuada. Está claro que hoy en día el que adquiramos un vino que no tenga este tipo de tapón  no parece lo adecuado, ya que la tradición de los tapones de calidad siempre ha sido la que tiene al corcho como materia prima. Además, teniendo como tenemos empresas como gruartlamancha, la cual fabrica unos tapones de corcho excelentes, es un tanto arriesgado no tapar un buen caldo con este tipo de elemento de calidad.

Por otra parte tenemos que fijarnos en la fase visual. El vino ha de entrarnos primeramente por la vista, y hemos de comprobar si tiene buen color, si está o no oxidado, si la lágrima de glicerina se escurre de forma adecuada por la pared de la copa, etc. Todo ello nos dará la información sobre la graduación del caldo que estamos a punto de catar, además de ofrecernos otro tipo de datos (si lleva mucho tiempo en la botella o no, si el color nos resulta atractivo, etc.).

La fase olfativa nos permite trabajar con la nariz e intentar adivinar los olores que ese vino desprende. Podremos oler aromas que van desde la madera a las frutas, pasando por los torrefactos, la hierba, los frutos secos, etc. Puede parecer que esta fase no es demasiado importante, pero a nosotros nos parece que es esencial.

Y por supuesto la fase gustativa, gracias a la cual tendremos la certificación de que lo que estamos probando y catando tiene un sabor excelente y nos permite darle al paladar un homenaje espectacular, gracias al cual vamos a sentir en nuestra boca una explosión de sabores que nos recordarán a la uva, por supuesto, pero también al roble, a los frutos rojos, quizás a la naranja o al limón, puede que a las flores del campo… La gama es tan elevada que no queda sino admitir que estamos ante una buena manera de finalizar la cata de ese vino y tener claro que vamos a disfrutar con él.

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